María Egea - Valla - 2005

Vanna Tursini - Caja Crema

Luisa María Varela - Valla - 2005

Vanna Tursini - Caja Lustrillo

 


Agua de colonia. Lo femenino, en privado, en público
Sala RG de la Fundación Celarg (Venezuela) hasta el 20 de noviembre de 2005

Agua de colonia puede ser entendida como una ironía sobre la esencia de lo femenino en su condición de “ser” inmutable definido por su configuración  biológica que existe a priori sobre nuestras representaciones. Este antiesencialismo privilegia una perspectiva cultural en la cual las identidades se construyen por medio de las relaciones entre los sujetos y el ámbito social.

Las propuestas de María Egea, Vanna Tursini y Luz María Varela abordan la representaciones de lo femenino en el espacio público desde una reflexión de género, es decir, desde el cuestionamiento de la tradicional construcción dicotómica masculino/femenino que organiza y jerarquiza el orden social, y redimensiona la premisa “lo personal es político” que impulsó desde los años 70 del siglo XX una revisión desconstructiva de los universos de lo “público” y lo “privado”.

Además de ironizar sobre el tratamiento del cuerpo femenino como producto de consumo también introducen reflexiones sobre el rol que asumen algunas mujeres en la actividad bélica y ponen en tela de juicio la condición de “feminidad” cuando se actúa a favor del dominio avasallante del falocentrismo, que favorece el poder expansivo por sobre los valores de solidaridad y transversalidad asociados a la condición femenina como modelo cultural.

En las imágenes de estas artistas las figuras femeninas evidencian su condición de sacrificio de la identidad en pro del rating o del merchandising cuando aparecen sometidas a flechas que atraviesan sus cuerpos, amordazadas o intervenidas por todo tipo de elementos, exaltando así las formas publicitarias que tapizan la ciudad con poses recortadas, en las cuales se exhiben ampliamente pechos y nalgas, obviando otros valores identitarios más dignificantes.

La muestra estimula un debate sobre los mecanismos de representación que continúan colocando a algunos sujetos en condición de “naturaleza a domesticar” y desde la activación del humor y la ironía, estas artistas y sus invitadas expresan el deseo de cómo quieren ser representadas las mujeres en la actualidad. Las imágenes se crean desde la conciencia del juego de transacciones simbólicas que se sostienen sobre las diferencias sexuales, que crean tramas de poder desde los órganos sexuales, continuando con los códigos de masculinidad y feminidad, para definir las identidades sexuales normales y “anormales”.

Agua de colonia nos ofrece la oportunidad de activar nuestro deseo femenino de ser valoradas como sujetos sociales activos, corporal e intelectualmente, dentro de una visión de mundo plural y generosa, más allá de la simple valla que nos reduce al horizonte de objeto de consumo. (Carmen Hernández, Directora de Artes Visuales. Fundación Celarg)